Agradecimientos

A mi madre, por conocer mi vocación desde la niñez y nunca ser demasiado pesada con el tema.
A Álex, por hacerme un hueco en su taberna para vender mi obra.
A Armando Valdemar por su guía durante el proceso de publicación y registro de la misma.
A Marián, de la copistería «Copi-Copi» en Badalona, por asesorarme y hacerme un precio de lo más ajustado en la impresión.
A Elizabeth y a su bar «Ca La Nonna» también en Badalona, por ser mi segundo hogar tan dolorosamente lejos de casa.
Y, ante todo, a mi padre. Iba a escribir una parrafada escribiendo el por qué… pero creo que sobra. Es un puto amo y punto.