JOTUNBANI, «la Matagigantes»
Björngull maneja una espada que todos usarían dos manos para controlar siquiera. Sin embargo, el fuerte guerrero solo necesita de una para dar fuertes golpes con su mandoble.
En su guardamanos, los lobos de Odín guardan al sol y la luna, como un presagio macabro de Ragnarök, el día del juicio final. Más allá de un mango cubierto de grueso cuero de oso, el pomo exhibe una joya que se dice que es el ojo que Odín perdió al beber del pozo de la sabiduría. Lejos de Dinamarca, todos elucubran que el poder del «Oso Dorado» radica en esta arma, que, como Mjöllnir en el caso de Thor, parece dotar a su dueño de una fuerza sobrenatural.
Al margen de rumores varios, lo cierto es que Jotunbani es una espada muy bien equilibrada. Aunque pesada y larga, el arma no requiere más habilidad de la humanamente posible para ser manejada con destreza. Björngull, sin embargo, es un espadachín como pocos, capaz de aprovechar hasta el límite las fuerzas y carencias de su arma.
BRUMDIREKA, «el Empuje del Trueno»
Esgrimida por la norna y reina de las valquirias llamada Skuld, esta lanza de aspecto tosco fue forjada tras la traición de Hela por la misma valquiria. Desde su posición a los pies de Yggdrasil, Skuld usó las raíces del árbol de la vida para crear un arma con la que defenderse en Helheim.
Por su confección y por quien la porta, esta lanza sirve no solo como arma, si no como un portal entre Helheim y el mundo de los vivos, que le permite transportar a Björngull entre ambos planos de existencia.
Draugr 