Los Nueve Mundos de Yggdrasil


Ni cortos ni perezosos, los vikingos construyeron una mitología alrededor de la idea de que la existencia se dividía en Nueve Mundos, o Reinos. Todos ellos conectados por Yggdrasil, el árbol de la vida, constituían un entorno rico para la creación de leyendas y razas misteriosas, que muchos hemos llegado a conocer a través del trabajo de autores y estudiosos como J. R. R. Tolkien o, más recientemente, George R. R. Martin.

Llenos de razas y leyendas propias, estos reinos ponen de relieve que el ser humano no es el centro del universo nórdico, si bien no deja de ser una parte importante de él:

  • Midgard: el reino de los hombres, y el que todos entendemos como nuestro propio mundo. Está habitado por las especies que conocemos, y los nórdicos consideraban que el ser humano es la más importante de todas ellas. A menudo, sin embargo, era explorado o utilizado por los dioses Aesir, y muchos creen que podría ser el campo de batalla en el que se desenvolverá el día del juicio final: Ragnarök. Fue creado, según los mitos, por Odín tras su combate con el gigante Ymir.
  • Asgard: el reino donde viven los dioses Aesir, los seres más poderosos de toda la mitología nórdica. Es gobernado por Odín junto a su esposa Frigg, y se lo considera rodeado por una muralla sin terminal, atribuida a un gigante anónimo. Es el recinto donde se encuentra el Valhalla, lugar al que los guerreros que caen en batalla son llevados para luchar, cazar y participar en festines junto al mismo Odín. Para los hombres nórdicos, que sus almas fuesen llevadas por las valquirias a este mundo era el mayor honor posible, y por ello siempre intentaban que su muerte los alcanzase en el campo de batalla de una forma valerosa.
  • Helheim: el reino de Hela. Es el reino donde eran recluidas las almas muertas por enfermedad o vejez, y de donde nadie podía escapar. Guardado por Garm, y solo accesible a través de un interminable río, Helheim fue donde Hela, hija de Loki, fue desterrada al nacer. Allí creó su propio reino en el que torturaba a las almas de los muertos por toda la eternidad, pero en el mundo de «Draugr», esta tortura tiene un fin mucho más retorcido…
  • Niflheim: es un mundo de oscuridad y frío. Envuelto en una niebla perpetua y una oscuridad casi completa. Pocos seres se atreven a entrar en él, y muchas de ellas nunca llegan a salir. Sin embargo, se dice que ahí habita el dragón Nidhöggr, royendo las ramas del árbol de la vida. Según la leyenda, al llegar el día del Ragnarök este dragón se liberará para torturar a todas las almas que queden con vida tras la apocalíptica batalla.
  • Muspelheim: muchos creen que este lugar, hogar de los gigantes de fuego y en una posición incluso más elevada que Asgard, podría ser el mismísimo sol. Ninguna otra raza puede soportar sus altas temperaturas, y es un lugar gobernado por el gigante Surt, que está destinado a salir de su reino en el día de Ragnarök, cuando marchará contra los Aesir y reducirá todo a su paso a escombros humeantes.
  • Svartalfheim: muchos autores consideran que de este mundo provienen los enanos, a menudo confundidos con elfos oscuros. Una raza de mortales longeva y tremendamente habilidosa como artesanos, los enanos habitan en la oscuridad de las cavernas que constituyen este reino.
  • Alfheim: el hogar de los elfos. Solo existe, realmente, una raza de elfos. Estos se dividen en dos facciones: mientras unos habitan en los bosques de las montañas de Alfheim, dedicados a la espiritualidad más pacífica y a la preservación de los ideales de los Vanir; otros habitan en el interior de las montañas, en las cavernas, resentidos y planeando eternamente una venganza contra los Aesir que derrotaron a sus dioses en la guerra.
  • Vanaheim: es el hogar de los dioses Vanir. Un mundo más pacífico y menos orientado a la guerra que Asgard, pero no por ello privado de poder. Los Vanir son una raza antigua y pacífica que vive en su mundo, un vergel radiante y lleno de ruinas y secretos de tiempos pasados. A pesar de su guerra con los Aesir, y de su estatus como dioses iguales al clan de Odín, prefieren quedarse en su mundo y no explorar otros, considerando que invadir o interferir en los asuntos de otras especies no forma parte de su carácter ni de su destino.
  • Jötunheim: el reino de los gigantes, plagado de afiladas montañas y duras rocas. Con solo un río que los separa de los humanos de Midgard y los Aesir de Asgard, los Jötun – o gigantes de Hielo y Roca – aguardan impacientes para su batalla en el día de Ragnarök. Nadie sabe bien de dónde viene su resentimiento, pero lo que sí es cierto es que son una de las mayores amenazas que sufren los humanos, si bien solo uno de los muchos frentes abiertos de los dioses Aesir.
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